martes, 25 de septiembre de 2012

LA SIGUANABA: LA BELLEZA LA LLEVA A LA DESTRUCCION

LA SIGUABA

Para aquellos que se me estaban pidiendo mitos y relatos de Centro América, Países que tienen muchos antecedentes mitologícos, como lo prometido es deuda aqui esta un articulo de muchos que publicaré... si quieren que publique sobre su país solo tienen que escribirme y decirmelo para que investigue de buenas fuentes.



Una de las historias mas tracionales en EL SALVADOR, mitología cuscatleca que se ha mantenido de generación en generación. Muchas personas, en especial los ancianos cuentan a sus nietos encuentros con este ser. 

La vanidad acaba en maldición 


La leyenda cuenta que una mujer, originalmente llamada Sihuehuet (Mujer Hermosa), tenia un romance con el hijo del dios Tlaloc ( Dios de la lluvía y la fertilidad), del cual resulto embarazada. 
Ella fue una mala madre, dejaba solo a su hijo para satisfacer a su amante, no le importaba nada mas que verse bonita; dejaba a su hijo tirado en el suelo comiendo el pobre solo cosas de la tierra.
Cuando Tlaloc descubrió lo que estaba ocurriendo se enfado mucho con  Sihuehuet y le lanzó una maldición. 
diciéndole:
Ahora te llamarás Sihuanaba (Mujer Horrible), serás hermosa a primera vista, pero cuando los hombres se te acerquen, te convertirás en un aborrecimiento horrible. No podrás tener descanso, vagaras en las noches por el campo y por los rios en busca de quien te quiera, pero no encontrarás a nadie que lo haga, todos te tendrán temor y nunca mas verás a tu hijo de nuevo.
Dicen que es vista por la noche en los ríos de El Salvador. Según lo que cuenta la leyenda, todos los trasnochadores están propensos a encontrarla. Sin embargo, persigue con más insistencia a los hombres enamorados, a los don juanes que hacen alarde de sus conquistas amorosas. A estos, la Siguanaba se les aparece en cualquier tanque de agua en altas horas de la noche. 

Muchos dicen haberla visto, dicen que atrae a los hombres con su belleza, llevándolos a muertes seguras o a locuras extremas o a veces solo vaga por los campos asustando a quienes encuentra a su paso.

Relato contado de generación en generación.

En los días antiguos en las calles de La Paz, en el Salvador. Había mucho mas campo abierto y las casas  estaban muy separadas entre sí por kilómetros de tierra y arboles. Martita y 7 hermanos jugaban en el patio delantero de la casa, esperando que sus padres llegaran de trabajar.
Ya eran mas de las 4 de la tarde cuando a lo lejos vieron una mujer muy sospechosa, con ropa un tanto maltratada, con el cabello largo sobre el rostro y caminando muy despacio; los niños se quedaron mirando por unos minutos y mientras mas se acercaba se dieron cuenta que en verdad no venia caminando, era como si estuviera flotando porque sus pies no tacaban el suelo. Asustados corrieron a refugiarse a la casita y comenzaron a orar, pero como eran muy curiosos; buscaron un agujero entre la puerta para poder ver para donde iba esa mujer... pero para su sorpresa, estaba ahi frente a la puerta. No se movía y efectivamente sus pies no tocaban el suelo, sus uñas estaban largas y feas, su rostro no se veía ya que el cabello largo y oscuro lo cubría.
El temor les sobrevino pues el ambiente era pesado,  los niños comenzaron a orar juntos y de pronto todo se volvía mas liviano, con miedo se asomaron a ver por el agujero y vieron a la mujer que estaba flotando por el camino de nuevo. Cuando sus ojos no la vieron mas abrieron la puerta para saber a donde se dirigía la mujer. La observaron por unos minutos y paso por unos arboles y no la vieron mas. 
Estuvieron ahí 15 minutos esperando que la mujer saliera de entre los arboles pero esta jamás salió, unos hombres iban pasando por el lugar y sus caballos se descontrolaron, ellos no sabían que pasaba y con mucho esfuerzo hicieron que avanzaran los caballos, al pasar cerca de los niños, estos les relataron a los hombres lo que habían visto ahí y dijeron que ellos habían sentido el ambiente pesado y temeroso en ese lugar.

 ¿Sería esa la Siguanaba que andaba errantes por los campos?Relatos como estos abundan por todos los rincones de EL Salvador.


1 comentario:

  1. Mi abuelita nos contaba historias parecidas a esas y ella nos decía que si existía porque ella la había visto y sí le creo.

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